Este gran edificio modernista fue diseñado en 1914, pero el mercado central fue inaugurado en 1928. Consiste en una planta baja con columnas y bóvedas que descansan sobre una base de ladrillos. Los dos pisos están organizados en callejones rectos, cruzados por dos pistas principales a lo largo de las cuales se disponen los 959 soportes. Las paredes revestidas de cerámica y la piedra, madera y vidrios de colores hacen de este edificio un excelente ejemplo de la arquitectura modernista de la época.