El 17 de noviembre de 1972, un camión que transportaba una gran roca para la construcción de un edificio en el barrio de Torrefiel, en Valencia, sufrió un accidente. La roca, de varias toneladas de peso, cayó del camión y rodó por la calle Conde de Torrefiel, chocando contra un edificio.
El incidente causó daños materiales en el edificio, pero no hubo heridos. Sin embargo, la roca se convirtió en un icono para el barrio de Torrefiel. Los vecinos la bautizaron como el «Cudol de Torrefiel» y comenzaron a organizar fiestas en su honor.
En 1975, la falla Marqués de Montortal, Conde de Torrefiel y Felipe Rinaldi, del barrio de Torrefiel, incorporó el Cudol a su falla. La roca se convirtió en el símbolo de la falla y desde entonces se ha convertido en una tradición anual.
Cada año, la falla Marqués de Montortal, Conde de Torrefiel y Felipe Rinaldi organiza una fiesta en honor al Cudol. La fiesta incluye una procesión por las calles del barrio, con la roca como protagonista. La roca también se utiliza para construir la falla, que suele tener como tema el barrio de Torrefiel.
El Cudol de Torrefiel es un símbolo de identidad para el barrio de Torrefiel. Es un recordatorio de un incidente fortuito que se convirtió en una tradición.
El Cudol como símbolo de denuncia
El Cudol de Torrefiel también es un símbolo de denuncia. El barrio de Torrefiel es un barrio obrero que ha sido históricamente olvidado por las autoridades. El incidente de 1972 fue un ejemplo de la falta de seguridad en las calles del barrio.
La falla Marqués de Montortal, Conde de Torrefiel y Felipe Rinaldi utiliza el Cudol para denunciar el olvido y la dejadez del barrio. La roca es un símbolo de la lucha de los vecinos por mejorar sus condiciones de vida.
El Cudol de Torrefiel es un icono fallero único. Es una roca que ha pasado de ser un accidente a ser un símbolo de identidad y denuncia.
Como no tenían mote fallero bautizaron a la piedra como El Cudol y 16 de marzo de 1975 la adoptaron como signo identitario. Mascota a la que homenajearon cuando se cumplió el vigésimo aniversario de su adopción, según consta en un retablo cerámico en la calle Conde de Torrefiel, muy cerca de la esquina a donde llegó el pedrusco sin causar, afortunadamente, desgracias personales.
Sin embargo, cuando en 1995 inauguraron el paso inferior entre las avenidas Doctor Peset Aleixandre y Primado Reig, para evitar el cruce a nivel con la calle Sagunto y la avenida Constitución, los falleros no quisieron que se llevaran su icono, cuya imagen les acompaña a todos los actos, y consiguieron lo pusieran en la zona ajardinada, donde continua, que hay encima del paso inferior mencionado.
