Si hablamos de El Perellonet, una pedanía de la ciudad de Valencia perteneciente al distrito de los Poblados del Sur y situada en el Parque Natural de la Albufera, tenemos que mencionar, inevitablemente, uno de sus rincones más llamativos situado en la avenida de las Gaviotas: el Grupo Residencial Marqués de Valterra, un conjunto de casitas unifamiliares -viviendas de pescadores en origen- con forma semiesférica y blanqueadas con zócalo azul.
1. Descubriendo la historia de un barrio pensado para gente humilde
A comienzos de los años cincuenta, retomada la modernidad y superado el largo catálogo de poblados tradicionalistas, se comienza a contemplar desde Madrid la posibilidad de desarrollar modelos alternativos con los que afrontar la producción masiva de viviendas.
En el caso de las dirigidas a los sectores más pobres de la población, se experimentan nuevos sistemas constructivos, algunos de ellos utilizados en hangares y edificios industriales, con la finalidad de abaratar costes y de reducir los tiempos de ejecución. Uno de ellos es el de las bóvedas Ctesiphon (en recuerdo del gran arco del palacio sasánida de Ctesiphon, cuyas ruinas se encuentran cerca de la ciudad de Bagdad), que se utilizó por primera vez en 1941 para conseguir un arco de 6’1 m. de luz con una lámina de 3’1 cm. de espesor. Arquitectos del momento (Rafael de la Hoz y José Mª García de Paredes) construyen en 1952 con esta solución “viviendas ultrabaratas” en Córdoba, a pesar de que unos años antes, Fernando Moreno Barberá con el ingeniero industrial Julio Calderón, ya había patentado un nuevo sistema (una plantilla con supresión total del encofrado) para aplicar la forma catenaria invertida en la construcción de viviendas experimentales, que desgraciadamente no llegaría a aplicarse.
El sistema inglés es el utilizado por Carlos de Miguel, director de la revista “Arquitectura del COAM”, en la construcción de este grupo de viviendas para pescadores en el Perellonet, pedanía de Valencia privilegiadamente situada junto a una de las golas o canales que comunican la Albufera con el mar.
El conjunto, promovido por el Instituto Social de la Marina, está constituido por una ermita situada en la zona central y 27 viviendas agrupadas formando manzanas con patio o bloques lineales que desarrollan, bajo bóvedas autoportantes de cemento extendido sobre tejido de arpillera, un programa reducido (cocina-comedor, aseo y dos o tres dormitorios) con superficies entre 42 y 54 m2.
2. Marqués de Valterra Ermita
La ermita está situada junto a las casas, en la plaza de Babor número 14. Con categoría de parroquia, sirve para el culto de los habitantes de El Perellonet, contando con las mismas características arquitectónicas que las mencionadas viviendas, con forma semiesférica y blanqueadas con zócalo azul.
Muy limpia y cuidada, se ilumina por ventanas cuadradas, enrejadas y con visillos blancos, disponiendo en su interior de bancos a ambos lados y un pequeño trastero a la derecha. En el altar –cuya mesa es moderna, de madera, de buena factura y discreto ornato, con el atril al lado-, se dispone la imagen de la titular al centro, la Virgen del Carmen -patrona de los pescadores-, rodeada de otras más pequeñas, todas de «Olot»: la Inmaculada, el Sagrado Corazón de Jesús y Nuestra Señora del Pilar (el nombre de Olot es ha sido otorgado por su localidad de origen, en la provincia de Gerona, cuya producción de imaginería religiosa nace en 1880 gracias a los pintores Joaquim Vayreda y Josep Berga). De entre la restante ingeniería, destaca un retablillo de Sant Jaume y en una hornacina lateral, una diminuta imagen de la Virgen socorriendo a unos marineros durante un naufragio. Respecto a otros elementos de la ermita, del intradós de la bóveda -obra curvada- pende una lámpara de bronce y cristal, y sobre la puerta, al interior del templo, un crucifijo de talla en estilo clásico, moderno.
Conclusiones
En la actualidad el grupo de viviendas ha perdido su coherencia paisajística y arquitectónica (derivada ésta de la lógica simplicidad de unas formas deudoras del expresionismo estructural de los ingenieros Robert Maillart y Eugène Freyssinet y de los arquitectos Oscar Niemeyer y Félix Candela), como consecuencia de las importantes modificaciones realizadas por sus moradores y de la radical transformación del medio natural donde se edificaron la actualidad han dejado de cumplir dicha función, por no mencionar que algunas -un par de ellas como hemos visto- están en un estado deficiente -o abandonadas, sin que viva nadie- y otras han desaparecido, tal y como nos comentaba un vecino perellonetero -gentilicio del lugar-, donde nos mencionaba además que alguna se derribó para construir sobre ella una actual edificación antes de la protección de la barriada, a la vez que nos hablaba del desinterés de distintas administraciones públicas a lo largo de su vida por el mencionado barrio. «Los políticos son todos iguales, a más de uno le hubiera gustado derribar esta zona por completo y llenar todo esto de apartamentos. Hasta la ermita. Hasta la llegada del turismo se nos ha ignorado por completo. La zona hubiera perdido todo su encanto, además de estas casas que forman parte de la historia de El Perellonet», nos comenta un vecino de la zona que lleva casi toda la vida allí.