Historia del evento sonoro y visual que une a miles de valencianos del 1 al 19 de Marzo
Ya estamos a primeros de marzo y con ello las mascletás se convertirán en algo de nuestro día a día hasta el próximo día 19. Durante estos días miles de personas se reunirán en la Plaza del Ayuntamiento para sentir en sus carnes el sonido y la vibración que este evento supone.
Seguro que has oído hablar de esta curiosa celebración pero lo que no sabes es su origen y como a los valencianos se les ocurrió un evento tan peculiar. Continua leyendo para conocer todo sobre la mascletá, seguro que cuando termines este artículo te entran unas ganas tremendas de verlo de cerca.
La mascletá es uno de los eventos más emblemáticos y populares de las fiestas de Valencia, en honor a San José, patrón de la ciudad. Esta espectacular exhibición pirotécnica consiste en una serie de explosiones coordinadas y rítmicas que crean un sonido ensordecedor y una sensación de vibración en el aire que se siente en todo el cuerpo. La mascletá se celebra todos los días del 1 al 19 de marzo en la plaza del Ayuntamiento, convirtiéndose en el evento principal de cada día de las Fallas.
La historia de la mascletá se remonta a principios del siglo XX, cuando se comenzó a utilizar la pirotecnia como parte de las celebraciones de San José. La idea era crear una exhibición pirotécnica que fuera más allá de los fuegos artificiales convencionales, y que transmitiera una sensación de fuerza y poder a través del sonido y la vibración. La mascletá era el resultado de esta búsqueda, y pronto se convirtió en un elemento central de las celebraciones de las Fallas.
La primera mascletá se celebró en 1929, organizada por la pirotecnia Crespo de Valencia. Fue una exhibición modesta en comparación con las que se celebran hoy en día, pero ya destacaba por su ritmo y coordinación. La mascletà se convirtió en un éxito instantáneo y, a lo largo de los años, se fue perfeccionando y ganando en complejidad y espectacularidad.
Durante la Guerra Civil, las celebraciones de las Fallas se suspendieron y la mascletá desapareció temporalmente. Sin embargo, tras el fin del conflicto, las fiestas volvieron a recuperarse y la mascletá se convirtió en una celebración aún más importante, como símbolo de la recuperación y la resiliencia de la ciudad.
En las décadas de 1950 y 1960, la mascletá evolucionó hacia un espectáculo cada vez más elaborado, con la incorporación de nuevos efectos pirotécnicos y la mejora de la coordinación entre los distintos elementos. También se comenzó a prestar más atención al diseño y la planificación de la mascletá, con el objetivo de lograr una exhibición más impactante y emocionante.
En los años 70 y 80, la mascletá se convirtió en una auténtica competición entre las distintas pirotecnias de Valencia, cada una intentando superar a las demás con su exhibición. Esta rivalidad impulsó la creatividad y la innovación en la pirotecnia, y llevó a la creación de algunas de las mascletás más impresionantes de la historia.
Hoy en día, la mascletá sigue siendo uno de los eventos más importantes de las Fallas, y se ha convertido en una auténtica atracción turística para la ciudad de Valencia. Miles de personas se congregan cada día en la plaza del Ayuntamiento para presenciar la exhibición y sentir la emoción y la fuerza del sonido y la vibración. La mascletá ha llegado a ser tan popular que se ha extendido a otros lugares de España y del mundo, y se celebra en festivales pirotécnicos de todo tipo.
La mascletá de Valencia es un ejemplo perfecto de cómo una tradición puede evolucionar y variar con el tiempo. A día de hoy la mascletá es muy diferente a lo que fue en su origen, se ha convertido en algo mucho más grande y que sin duda, es un elemento único de la tradición valenciana.